Llega diciembre, último mes y últimos días de otro año que vuela, que pasa página, que llega a su fin, pero que no se olvida. Toca el resumen de toda una vivencia de 365 días…
Y, qué pasa con estas fechas? Esta es una de las preguntas que me hago ahora. Porque hay momentos y momentos; encuentros y desencuentros; promesas y deseos; sueños y realidades donde la mayoría de las personas parecen ponerse de acuerdo en muchas cosas, y porque? Porqué es Navidad? Eso parece…
Habrán familias que pondrán todo su esfuerzo para que estas Navidades sean mejores que las anteriores, otras derrocharan lo que tienen y lo que no aunque luego se les dificulte la cuesta de enero, y otras, sencillamente lo harán lo más silenciosamente posible e incluso no lo harán…
Pero convencida estoy de que cada un@ de ell@s intentarán estar con las personas más queridas, en buscar momentos para estar juntos. Habrá personas que tan solo vuelven a casa por Navidad por lo que solo en estos días coinciden y otr@s, estarán en nuestros corazones, si, los ausentes, los que ya no están… Hay grandes razones en estas fechas para valorar y recordar.
Tiempo de regalos. Regalos de todo tipo, desde los juguetes pasando hasta las nuevas tecnologías y los regalos de siempre aunque la mayoría de veces, lo más importante no es regalo… Y eso que vienen por doble: Papa Noel y los Reyes Magos (y ahora diré una afirmación bastante impopular, pero realmente me cae gordo Papa Noel, vamos que eso y el mensaje del Rey, las dos cosas más prescindibles de la Navidad. Claro, y es que de donde vengo – en todos los sentidos – las raíces se notan, por lo que donde esté el Tirisiti sobra Papa Noel. Y realmente por otro lado, con los tres Reyes Magos de Oriente ya tengo el “cupo” de Monarquía suficiente en mi vida. Sorry, pero lo tenía que decir ;) ) Y hecha esta “reflexión”, continuo.
Pero también es tiempo de soñar, alzar la voz con nuestros mejores deseos, crear los nuevos proyectos del próximo año (que por mi parte, son muchos) y que sin duda serán mejores que en el 2010. Pensemos en el año que nos deja y los objetivos y frutos que ha dado (aunque también algún disgusto y pena que mejor guardarlos en el trastero) por lo que es el momento de hacer balances: Sin duda, un año donde he aprendido de los demás, a estar más unida a los míos, a ser cada vez más consciente de donde y porque estoy: por convicción, por ideas, por el trabajo y la lucha, por la libertad y los valores, por la igualdad pero sobretodo y para todo, por las personas… No como “otros” por desgracia, que solo miran por lo suyo y sus intereses, en “anticipar” las cosas y las campañas valium.
En fin, el balance podría ser largo y el tiempo corre y es muy valioso, y como la carta a los Reyes vendrá en un par de semanas que mejor momento que ese para explicar nuestros deseos e ilusiones.
Así que se acaba una partida llena de sentimiento, gratitud y satisfacción por todo lo vivido, como una película aunque siempre quedará la duda de si podrías haber hecho más, que seguro que si.
Y ahora, nos toca crear la magia de la que siendo niños llenaban de ilusión nuestras vidas.
Mis mejores deseos…
PD: Las limas se las enviaremos con el pan.
